Ya sabéis que el yoga es un ejercicio muy completo y beneficioso para nuestra salud ya que nos ayuda a relajarnos, a corregir la postura, a perder calorías e incluso a tonificar nuestro cuerpo. La cuestión es que no sólo resulta beneficioso para los mayores y es que para los pequeños también lo es, y mucho.
Obviamente no nos referimos a los bebés de meses, sino a niños que ya sepan andar y que puedan imitar nuestros movimientos, o los del instrucctor en este caso.
Ahora bien, ¿En qué les beneficia a los niños praticar yoga? Pues les aporta fuerza, movilidad y elasticidad, algo muy importante para su desarrollo, además de que también les ayuda a relajarse y a recargar energías para afrontar el día a día con más positivismo, que también es importante incluso en los niños.
También les ayuda a mejorar su respiración y su concentración, por lo que viene genial para esos niños que no se concentran nada de nada. Eso sí, se recomienda que practiquen yoga a partir de los cuatro años.
La primera revisión oftalmológica a los pequeños de la casa
Hoy en día es raro la persona que no necesite llevar gafas y es que debido a la genética y los aparatos electrónicos cada vez se ponen antes las gafas o las lentes de contacto, ¿No es cierto? Ahora bien, esto pasa normalmente con los mayores y es que los pequeños no han pasado demasiado tiempo con los aparatos como para tener mal la vista.
Ahora bien, ¿Cuándo debemos realizarle la primera revisión oftalmológica a los pequeños de la casa? Normalmente se espera hasta los 5-6 años, a no ser que se vea que tiene un problema en los ojos, ya que es la edad en la que los pequeños empiezan a leer y pueden someterse a los test de los ópticos.
La cuestión es que no debemos esperar tanto tiempo, si lo creemos necesario, para hacer su primera revisión y es que existen test adaptados para todas las edades, por lo que no van a tener problemas a la hora de graduarle la vista a cualquier edad.
Nosotros os recomendamos que lo hagáis lo antes posible para descartar algunas enfermedades o corregir otras como, por ejemplo, el ojo vago.
Introduce alimentos sólidos para el desarrollo del lenguaje en bebés
Ya sabéis lo importante que es el llevar una buena alimentación en los niños para que crezcan muy sanos. Es por eso por lo que cuando empiezan a comer muchas mamás y papás optan por darles purés y papillas para que el pequeño se habitue a la comida.
La cuestión es que, según parece, esto no es lo más indicado para el desarrollo del bebé sino que lo mejor es introducir alimentos sólidos, dentro de los permitidos para su edad, para que así desarrollen antes el lenguaje.
Al masticar estamos moviendo los músuculos de la boca que también se mueven al hablar, por lo que el bebé estará practicando los movimientos del habla. Debido a esto es posible que el bebé desarrolle antes el lenguaje y que nos hable antes de lo esperado.
Así que si sois de los que les dáis siempre papillas a los pequeños es hora de que le añadáis alimentos sólidos y es que, al fin y al cabo, van a terminar masticando en algún momento de su vida.
Averiguar si nuestro hijo está comiendo bien a través de los pañales
Cuando nuestro bebé no para de llorar nos preocupamos muchísimo ya que no podemos saber a ciencia cierta qué es lo que le pasa debido a que no puede expresarse y no nos puede decir qué es lo que le pasa exactamente, si tiene hambre, sueño o algún tipo de dolor.
Pues bien, en este caso vamos a hablar de la alimentación y una de las formas de averiguar si nuestro hijo está comiendo bien es a través de los pañales y de sus necesidades.
En lo que se refiere a la orina, si nuestro bebé orina 5 veces al día, es decir, menos de 6 veces al día, y de forma muy concentrada significa que podría estar recibiendo poca leche para lo que él necesita. Eso sí, si orina más de 6 veces al día no tiene por qué significar que se alimenta correctamente y es que si el color es muy fuerte o el olor desagradable hay que acudir al médico.
En el caso de las heces, veremos que nuestro bebé tiene un problema cuando las deposiciones sean duras y de color verde estaremos ante un problema y es que lo normal es que sean semilíquidas. También es importante la cantidad de veces que el bebé hará sus deposiciones y es que deben ser varias al día, al menos el primer mes.
Fuente vidabebe.com
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