Las enfermedades pulmonares son uno de los principales problemas a los que se enfrentan los bebés nacidos antes de término, sumado al problema de falta de desarrollo, los bebés prematuros tienen un riesgo mayor de desarrollar, entre otras problemáticas, asma muy temprano en sus vidas, siendo un problema que tiende a persistir a lo largo de todo su desarrollo.
Los bebés prematuros corren un riesgo de un 46% de desarrollar asma o sibilancia durante la infancia, comparados a aquellos otros niños que nacen a término, algo que es valioso tener en cuenta para prevenir complicaciones según indican los expertos involucrados en un nuevo estudio desarrollado por los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Maastricht.
Para este proyecto se han analizado 30 estudios epidemiológicos que ya fueron publicados en 6 continentes, en los cuales se contó con la participación total de 1.543.639 niños, nacidos prematuramente sobre los que se pudo analizar los riesgo de desarrollar enfermedades crónicas en su sistema respiratorio, la razón para este amplio riesgo de asma tienen que ver con la falta de desarrollo de los pulmones de un bebé que nace de forma prematura, siendo una condición que repercute en su salud durante toda su vida, siendo un riesgo que aumenta en relación al grado de prematuridad del bebé.
Con el objetivo de conseguir mayores tazas de supervivencia entre la población mundial de bebés prematuros que nacen todos los días, los expertos sugieren la importancia de desarrollar nuevas investigaciones que se dirijan a comprender los mecanismos subyacentes para trasladar estos conocimientos al desarrollo de nuevas terapias, intervenciones preventivas y terapéuticas, comenzando por el papel que cumplen las madres a lo largo de su embarazo para cuidarse, realizarse los monitoreos correspondientes y prevenir un desenlace prematuro del parto lo que supone todo tipo de riesgos para su bebé recién nacido.
La dieta de la madre modifica el ADN del bebé en gestación
Un nuevo estudio ha determinado que la nutrición preconcepción de la madre y durante los primeros meses del embarazo, juega un papel fundamental influyendo en el ADN del bebé en gestación, ya que puede tener implicaciones en la salud de las siguientes generaciones, por eso los expertos recomiendan que las futuras madres pongan especial interés en mantener una dieta balanceada al quedar embarazadas.
Un grupo de científicos de los Estados Unidos y del Reino Unido se encargó de ampliar investigaciones previas que determinaban que la dieta de la madre puede activar o apagar genes en los bebés, por lo tanto realizaron un seguimiento sobre un total de 84 mujeres embarazadas pertenecientes a la zona rural de Gambia, sitio en el que las diferentes estaciones y temperaturas influyen en la dieta de las poblaciones.
Algunas de las mujeres estudiadas concibieron a sus bebés en el punto máximo de la temporada de lluvia, mientras que otras quedaron embarazadas en el momento de sequía del año. En cada caso se midieron los niveles de nutrientes que incorporaban las madres en su dieta mediante estudios de sangre y posteriormente se analizó el ADN de todos los bebés al momento de nacer y luego a los dos y ocho meses de vida.
Los expertos pudieron determinar de forma inmediata que es necesaria una dieta balanceada tanto durante como antes del embarazo, ya que esto puede cambiar la interpretación genética del bebé para el resto de su vida. Entre los puntos a tener en cuenta destaca por ejemplo que el color de la piel del bebé puede estar influenciado por lo que coma la madre durante el embarazo, además pueden encontrarse diferencias en los rasgos y en la carga genética que esos niños transmitirán a sus hijos en el futuro, pudiendo incluso llevar la obesidad o la malnutrición a través de las generaciones.
Padres de los bebés siameses deciden no separarlos
En 1 de cada 200 mil nacimientos de hermanos gemelos ocurre el nacimiento de hermanos siameses, son aquellos bebés que siguen unidos tras el nacimiento ya que se encuentran conectados por alguna parte de su cuerpo, en algunos casos solamente por la piel, pero en otros de forma mucho más comprometida ya que comparten algunos órganos vitales que suponen su supervivencia solamente si permanecen de unidos.
Este último caso es el que ha tenido lugar de forma muy reciente en Pensilvania, Estados Unidos, tras el nacimiento de Andrew y Garrett, dos bebés que están unidos desde el esternón hasta la cintura y que comparten el hígado y el corazón, lo que ha hecho virtualmente imposible su separación según afirman los médicos ya que las probabilidades de supervivencia de los pequeños va de un 2% a un 25% en las chances, y sus padres han decidido no arriesgarse.
Los médicos fueron honestos con los padres de los siameses, no existen garantías de que la operación vaya a ser un éxito y sin ir más lejos, los niños comparten el corazón, por lo que si o si uno de ellos no tendría ninguna oportunidad durante la intervención salvo que se le realizase un trasplante, pero la lista de espera es realmente extensa y las posibilidades son reducidas, por lo que los padres debieron enfrentarse a la decisión sabiendo que perderían a uno de sus pequeños si los separaban, la respuesta fue inmediata: que se queden juntos.
Los bebés han sorprendido a los especialistas ya que tras su nacimiento se han ido desarrollando de forma notable, el tiempo pasa y poco a poco se va notando la personalidad de cada uno, la única complicación es que sus horarios de sueño son diferentes y eso complica un poco las cosas, pero sus padres de todas formas se encuentran encantados de tenerlos y se mantienen en la idea de pensar que si han nacido juntos y no hay nada por hacer, deberán permanecer juntos y llevar la mejor vida posible de esta manera.
El contacto no solamente demuestra afecto sino que ayuda a fortalecer el desarrollo y la inteligencia de los bebés
Todos sabemos a la perfección que las caricias y el contacto físico frecuente no solo es conveniente, sino necesario, durante el desarrollo y la vida de un niño desde el momento de su nacimiento, pero lo cierto es que poco a poco se van comprobando las ventajas que suponen ser cariñosos con los bebés, ya que por ejemplo un nuevo estudio desarrollado por los investigadores de la de Universidad Purdue en Estados Unidos ha dado pruebas que demuestran que los niños que crecen entre mimos aprenden mucho más rápido a hablar su idioma.
El contacto no solamente demuestra afecto sino que ayuda a fortalecer el desarrollo y la inteligencia de los bebés desde edades más tempranas, algo que pudo saberse en base al estudio de un total de 48 bebés de 4 meses de edad que fueron divididos en dos grupos, en el primero dejaron que los niños escucharan la grabación de un discurso con palabras sin sentido, inventadas, como “lepoga” o “dobita”, y cada vez que estas palabras sonaban el investigador tocaba la rodilla del bebé al que se le estaba realizando la prueba, en el segundo grupo todo sucedía de la misma forma, solamente que no había contacto con el bebé, en este caso el investigador se tocaba su propia barbilla.
Los expertos advirtieron que los bebés del primer grupo comenzaron poco a poco a discernir la palabra en el discurso que escuchaban, algo que no ocurría con los bebés del segundo grupo, ya que no importaba cuantas veces los bebés veían que el investigador se tocaba la cara al sonar dichas palabras, los pequeños que no fueron tocados durante el discurso no registraban ningún dato auditivo.
Lo que realmente llamó la atención de los expertos era que los bebés que fueron tocados durante el discurso parecían estar haciendo relaciones mentales entre lo que sentían y lo que escuchaban, por lo tanto estaban aprendiendo.
Fuente bebes.net
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