El ser humano nos ha dado la increíble capacidad de poder engendrar a nuestros hijos cuando queramos hacerlo. Esta capacidad de muy pocos seres vivos trae consigo innumerables preguntas y mitos que el tiempo y la historia se han encargado de hacer más populares.
La naturaleza nos ha brindado la hermosa posibilidad de calcular nueve meses para ver a nuestro bebé fuera del vientre materno; esto ha permitido que muchos progenitores puedan elegir el mejor mes que ellos creen conveniente para recibir a su bebé. Si bien es cierto, los nueve meses de espera no siempre son posibles debidos a diversos factores de la madre o aspectos de salud del bebé y su progenitora; es por ello que muchos padres ahora prefieren elegir una estación del año antes que un mes en especial para traer a sus bebés al mundo.
La pregunta surge cuando nos ponemos a pensar en la mejor estación para traer al mundo a nuestros hijos; las elecciones son muchas, pero la pregunta es ¿existe realmente una estación ideal para traer a un niño al mundo? ¿qué beneficios puede tener mi bebé por haber nacido en una estación del año y no en otra?
¿Existe realmente una estación ideal para traer a un niño al mundo?
Las preferencias de los progenitores apuntan que el mejor mes para ser padres es durante la primavera; tener un clima menos agresivo durante los últimos meses de embarazo hace más llevadero esta dura etapa que culminará en pocos meses. Sin embargo, otros gran mayoría también opta por la estación invernal, una etapa en la que las familias pasan sus días dentro de casa y con el calentador encendido. La razón de elegir el invierno como buen momento para dar a luz, se debe quizás a que las madres pueden recuperar parte de su figura mientras el invierno sigue latente; de esa forma, al llegar la primavera la figura ya ha empezado a tomar mejor forma.
¿Porqué la mayoría de parejas elige la primavera para recibir a su bebé?
Como hemos comentado algunas líneas más arriba, el clima es uno de los principales factores que colocan la balanza a favor de esta estación del año; al parecer, a las mujeres no les sienta nada bien pasar el caluroso verano o el frío invierno llevando consigo los últimos meses de embarazadas; les parece mejor una etapa como la primavera. Además, si el bebé nace a principios de primavera, los paseos con el bebé serán más placenteros que en cualquier otra estación del año.
Si tendríamos que ver los contras de nacer en primavera; existen algunos estudios realizados por algunas comunidades científicas que afirman que al nacer en primavera se puede elevar la probabilidad de padecer anorexia nerviosa; si bien es cierto, no se puede desestimar del todo esta afirmación, no podemos estar del todo de acuerdo en ello ya que como bien hemos dicho en este artículo, un gran porcentaje de bebés nace en la estación primaveral, lo cual aumenta considerablemente el porcentaje de enfermedades en seres humanos nacidos en estas fechas en detrimento de los nacidos en otras estaciones; es decir, si nacen cien bebés en primavera y cincuenta en invierno, la probabilidad de tener mayor cantidad de bebés con algún tipo de anomalía aumenta cuando la población bebés es mayor. Claramente parece que la afirmación de los especialistas es simplemente un mito.
El beneficio de nacer durante el verano
La exposición al sol también puede traer su lado positivo siempre en cuando se realice en horarios adecuados; durante la etapa veraniega, el aumento de vitamina D en las mujeres embarazadas aumenta considerablemente debido a la exposición a los rayos solares, esto trae consigo que el futuro bebé pueda adquirir una mejor formación ósea, es decir, huesos más fuertes.
Por el contrario, la probabilidad de tener problemas futuros relacionados a la visión del bebé es mayor que en cualquier otra estación del año. La exposición del bebé a los rayos solares durante esta etapa del año en que los rayos ultravioleta adquieren los mayores niveles anuales pueden ser los causantes directos de los problemas visuales del bebé en el futuro.
La longevidad asociada a los nacidos en invierno
Una de las cosas que más me han llamado la atención al escribir este artículo, es la asociación de la etapa invernal con la longevidad, existen estudios que apuntan a una conexión directa entre la estación más fría del año y la cantidad de años que viviremos si somos los beneficiados de nacer durante el invierno.
Los especialistas también apuntan a que el desarrollo intelectual de un bebé nacido durante el invierno será mayor que en los bebés nacidos en otras estaciones del año; ello se debería a una menor exposición a enfermedades de tipo infeccioso, muy comunes durante verano y primavera en los últimos meses de embarazo de una madre. Otro punto importante que fortalece esta afirmación, sería que la futura mamá ingiere una dieta mucho más rica en vitaminas durante el invierno, cosa que favorecería notablemente al bebé.
¿Qué pasa si mi bebé nace en otoño?
Otoño es quizás la estación en la cual se está registrando un nivel menor de natalidad en los últimos periodos; además, estudios coinciden que los bebés nacidos durante la etapa otoñal, son más propensos a adquirir alergias a ciertas comidas; esto se debe a que los bebés que nacen en otoño han tenido que pasar sus primeros meses como fetos dentro de la madre en la estación veraniega y la exposición de la madre y feto al polen son mayores en esta estación.
Conclusión
Los estudios y mitos populares seguirán saliendo a la luz y muchos ellos quizás puedan parecer tener mayores fundamentos para tomarlos en cuenta; lo cierto es que por el momento los estudios actuales solo confirman algo que por muchos años viene siendo una tendencia que no parece siquiera disminuir y esta es que los recién nacidos prefieren la etapa primaveral para venir al mundo.
IMAGEN: Jon Ovington
Edad para que tu niño tenga su primera mascota
Desde que nos enteramos que vamos a ser padres, empezamos a preguntarnos infinidad de cosas acerca de la crianza de nuestro bebé, pensamos en lo más mínimo necesario para recibir la llegada de nuestro nuevo integrante a la casa; es en ese preciso momento cuando se nos cruza por la cabeza ¿Qué vamos a hacer con la mascota que ya tenemos? o simplemente ¿podremos tener mascotas mientras el bebé no tenga cierta edad?
Los factores a evaluar son muchos y van desde el espacio que tenemos en casa hasta las alergias que podrían tener los miembros de la familia en caso queramos una mascota en casa.
Qué hacer si ya tenemos mascotas en casa
Si ya tenemos una mascota en casa, y deseamos ver la posibilidad de conservarlo cuando tengamos al bebé en casa; déjame decirte que los bebés y las mascotas no tienen porqué ser no compatibles, si tomas las precauciones necesarias en cuanto a la higiene de tu mascota, podrás convivir sin ningún tipo de problema con tu bebé y mascota en el mismo techo. Recuerda las revisiones periódicas al veterinario para sus desparasitaciones y controles de vacunas y demás. Si por alguna razón tu bebé presenta cierto tipo de reacción alérgica al pelo o pelusa del animal, recuerda y evita siempre dejarlos entrar con constante contacto con ellos.
Queremos una mascota para nuestro recién nacido
Si estás pensando en comprarle una mascota a tu pequeño niño recién nacido, quizás el primer consejo que te podría servir es que el regalo de una mascota a tu hijo se lo realices cuando tu niño pueda cuidar de él. El vínculo de amistad que se forma entre mascota y dueño suele llegar a ser tan fuerte que podría ser una gran experiencia para tu pequeño niño. Tu niño aprenderá que tener un ser vivo como mascota, requiere sus cuidados (alimentación, baño, etc).
Investiga la raza o tipo de mascota que mejor se adapte a tu vivienda; los seres vivos necesitan de espacios necesarios para poder sentirse bien. Si tu niño con el tiempo adquiere cierta alergia al pelo o pluma del animal, recuerda que siempre será mejor tomar las precauciones necesarias para evitar las molestias en tu niño.
La mejor edad para regalarle una mascota a tu niño
Como hemos dicho líneas más arriba, la mejor edad para para que tu niño disfrute de su mascota, es precisamente la edad en que tu hijo puede hacerse cargo de los cuidados del animal. Desde los 7 años los niños son capaces de realizar ciertos deberes en el hogar y el colegio; es el momento en que tu pequeño puede valerse por sí mismo en muchas cosas.
Antes de optar por la mascota ideal para tu niño, será mejor que tengas en cuenta ciertas normas básicas para la buena convivencia de tu hijo con el animal, recuerda que hay mascotas que suelen lamer a sus dueños, otras tienden a dejar pelos por toda la casa y algunos requieren de ciertos cuidados especiales para que puedan convivir en un hábitat que quizás no es el más indicado para ellos.
Tener una mascota en casa puede ser una experiencia encantadora para tu niño, puede formar parte de su formación y educación si se cumplen las normas de convivencia entre persona y mascota.
Recomendaciones finales
Los animales son seres vivos que merecen el mejor trato posible; pueden ser animales adorables que complementan el hogar familiar; sólo es necesario tener en cuenta que requieren sus cuidados y ser responsables con ellos. Los niños aprenderán mucho cuidando de ellos, los querrán y amarán como a cualquier otro integrante de la familia.
IMAGEN: Alex McCranor
Fuente chiquimania.com
Cómo ayudar a un niño a superar su miedo a los monstruos
Los pequeños suelen proyectar sus emociones en imágenes, dibujos, juguetes... de forma fantástica. Pero al mismo tiempo puede ocurrir que algo le genere repulsión, convirtiéndose en miedos. ¿Tu hijo siente miedo a los monstruos o cosas imaginarias? ¿Cuándo te muestra sus miedos cómo reaccionas? Veamos cómo ayudar a un niño a superar su miedo a los monstruos.
Qué son los monstruos infantiles
Para un niño, un monstruo no tiene que ser un gigante verde con la cara descompuesta... un monstruo puede ser perfectamente un perro o un gato porque tiene alguna experiencia negativa con un animal o un personaje inventado por un adulto.
El primer miedo o susto que experimentan los pequeños es cuando son bebés, el típico juego de "cucú - tras" donde la mamá esconde su rostro detrás de sus manos y de repente vuelve a aparecer. También se utilizaba "el hombre del saco" aquel hombre monstruoso que venía por los niños que no querían dormir durante la noche.
Como adultos debemos saber si utilizar o no "monstruos" para cambiar la realidad y saber qué hacer con ellos. En los cuentos, por ejemplo, no deben eliminarse, solo dejar que el niño conozca el papel de este personaje dentro de la historia.
No te rías, compréndele
Cuando tu hijo (normalmente sobre los tres años) te exprese que tiene miedo durante la noche o para irse a dormir porque hay un monstruo en su habitación, no te rías ni le quites importancia y busca con él por la habitación para que vea que no está.
Puedes dejarle un peluche guardián que hará que el monstruo se marche con solo verlo, o una pequeña luz encendida para que vea en la oscuridad.
Además puedes imaginar con tu hijo cómo es ese monstruo y cómo se puede volver inofensivo. ¿Es gigante? ¡Pues a hacerlo pequeño desinflándolo! ¿Tiene pinchos? ¡Pues en la punta le pondremos pelotas blandas! ¿Grita? ¡Bajemos el volumen con un mando a distancia mágico!
Si tu hijo tiene miedo a los monstruos no te preocupes, es algo habitual alrededor de los tres años, si vieras que tu hijo tiene ya cinco años y sigue con obsesiones, miedos fuertes a bichos, animales, o solo dibuja monstruos, te aconsejo que acudas a un profesional para encontrar el origen de esta obsesión y así superarla.
Paga semanal a los hijos, ¿sí o no?
Los padres son los que deciden cómo educar a los hijos y son ellos quienes deciden si dar una paga semanal a los hijos. En ocasiones, lo hacen para que tengan una responsabilidad, pero algunas veces los resultados no son adecuados puesto que se hace un uso indiscriminado al otorgar la paga.
Pero, ¿qué mensaje se esconde detrás de una paga? ¿Aprenden algo los hijos al recibir dinero de sus padres o abuelos? ¿O se acostumbrarán a recibir dinero sin esfuerzo alguno?
El valor pedagógico de una paga
Si se hace adecuadamente y a una edad adecuada (nunca antes de los 12 años), el dar una paga a los hijos puede tener un valor pedagógico, puesto que se da la oportunidad al menor de aprender cosas por sí mismo y a manejar diferentes cantidades de dinero.
La cantidad semanal de dinero debe ser acorde a la edad del hijo, pero nunca se le debe dar cantidades desorbitadas, siempre es más aconsejable darle una baja cantidad.
Al recibir una paga semanal o mensual, los hijos también estarán aprendiendo algo esencial en la vida: la toma de decisiones. Deberán tener prioridades para sus gastos ya que no podrán tener todos los caprichos que se les antojan, así mismo también aprenderán a renunciar aquello que no es necesario.
Con todo esto se potenciará también que el niño no caiga en el consumismo desmedido ni en el "lo quiero y lo tengo". El esfuerzo para conseguir las cosas es lo que realmente le dará el valor.
La responsabilidad que genera una paga
La paga semanal no debe ser gratuita, es decir, un niño no debe recibirla por no hacer nada. Dependiendo de la edad de tu hijo, asígnale tareas acordes a su edad y responsabilidad para que cumpla. El dinero no cae de los árboles y eso debe aprenderlo.
Evita asignarle tareas que deba cumplir independientemente de la paga, como estudiar o hacer los deberes que son su responsabilidad como estudiante. Además con esto le ayudarás también a tener responsabilidad de esa pequeña cantidad ya que tendrá que ver él mismo cómo y cuándo quiere gastarlo o si por el contrario, prefiere ahorrarlo.
Esta paga le hará ver cómo si lo gasta, lo pierde. Es decir, si alguna vez es impulsivo y se gasta la paga en algo poco productivo, se habrá quedado sin nada y tendrá que esperar a la siguiente semana (siempre después de cumplir las tareas asignadas acorde a su edad) para tener el dinero.
Organización y decisión tras recibir una paga
El ser organizado se aprende y como padres debemos darle la oportunidad a nuestro hijo para que aprenda a serlo bajo nuestra guía.
La paga semanal puede ser un método para que un hijo se organice y nos pida consejo. Por ejemplo, quiere algo en concreto deberá ahorrar hasta conseguirlo, o también, si quiere beneficios a largo plazo, puede meter todo el dinero en una hucha y solo abrirla cuando esté llena y entonces decidir qué hacer con ese dinero.
Sin duda alguna, el que nuestros hijos reciban una paga o mesada por ayudarnos en algunas tareas del hogar, es una de las formas de enseñarles el valor del trabajo, el sentido de la responsabilidad y el compromiso.
Fuente entrepadres.imujer.com
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