Una dieta equilibrada
- Cuando se espera un hijo se puede, y se debe, comer de todo, siempre que la alimentación sea variada y equilibrada.
- La futura madre debe consumir cada día alimentos de todos los grupos en cantidades correctas; debe tomar cereales, frutas, verduras y lácteos, y evitar el exceso de grasas animales.
- La dieta mediterránea es la más equilibrada y recomendable.
¿Qué cosas no debe tomar?
Desde que se planea un embarazo, no se debe tomar ningún tipo de bebida alcohólica. La única dosis de la que hoy estamos seguros de que no tiene riesgo es cero alcohol.También se deben evitar las comidas preparadas que contengan mucha grasa (hamburguesas y otros productos similares) y el hígado.
El hígado de los animales, y especialmente de los pescados, tiene un contenido muy alto de vitamina A, que cuando se ingiere en exceso incrementa el riesgo de alteraciones del desarrollo embrionario.
Además, ciertos productos que se añaden a los piensos se acumulan en el hígado, por tanto, podrían pasar a la mujer embarazada.
No obstante, como el efecto depende de la dosis, si la mujer embarazada ha tomado hígado algún día o un poco de paté, no debe alarmarse. Simplemente ha de evitar consumirlo con frecuencia, o no volver a consumirlo, si es posible.
Si algún alimento importante le da asco, ¿podría sufrir una carencia grave?
Hoy día, existe tal variedad de alimentos que no es fácil tener una carencia. Es muy poco probable que una embarazada no pueda tomar ningún tipo de pescado o ningún tipo de lácteo, por ejemplo, y si no pudiera, existen productos alternativos de farmacia.Las embarazadas que prescindan de algunos alimentos deben consultar con su ginecólogo para que les indique la forma de llevar una dieta equilibrada.
¿Está contraindicado el azúcar?
Salvo en las mujeres que son diabéticas, no está contraindicado pero hay que tomarlo con moderación.La recomendación que daría a las mujeres que antes de estar embarazadas no han seguido una dieta equilibrada, a las que no les gusta una serie de alimentos básicos, a las que tienen sobrepeso o están muy delgadas, a las diabéticas y a las que tienen otro problema relacionado con la alimentación, es que antes de buscar un embarazo acudan a su médico para establecer una dieta adecuada e iniciarla al menos un mes antes de abandonar el anticonceptivo.
Sal, sí, pero yodada
- Salvo que el médico lo prohíba, las embarazadas deben consumir sal con moderación. En cuanto al tipo de sal, es fundamental que sea yodada.
- Muchas marcas no contienen yodo, por lo tanto, conviene cerciorarse de que en el paquete se indica que está yodada.
- Así se puede prevenir una deficiencia de yodo, que, incluso si no es muy importante, puede tener consecuencias adversas para el desarrollo intelectual del futuro hijo.
Náuseas y vómitos en el embarazo
Algunas embarazadas comienzan a percibirlos muy pronto, dos o tres semanas después de la concepción (a veces incluso antes de haberse hecho el test). Aparecen, sobre todo, a primera hora de la mañana, al levantarse de la cama o durante el desayuno, y en algunos casos se prolongan todo el día. Raramente persisten avanzado el embarazo.
¿Por qué tenemos náuseas y vómitos?
Una de las causas es el aumento de los niveles de la hormona gonadotropina coriónica, que el huevo fecundado, primero, y la placenta, después, producen en grandes cantidades durante los tres primeros meses.Esta hormona, junto con la progesterona, que también aumenta, relajan el aparato digestivo, facilitando el reflujo de los alimentos, y estimulan el centro emético (del vómito).
Pero algunos expertos consideran que el desencadenante más importante es el psicológico, esto es, cómo vive la mujer su embarazo.
Consejos para evitar náuseas y vómitos
- Si las náuseas se producen a primera hora del día, conviene tener a mano un par de galletas y tomarlas diez minutos antes de levantarse. Así se compensa la hipoglucemia (déficit de azúcar en la sangre) y es más difícil que aparezca el malestar.
- Es mejor que el desayuno no contenga líquidos. Si es posible, el café o el té se tomarán tres o cuatro horas más tarde, cuando ya haya pasado el momento más difícil.
- Los episodios de vómitos y náuseas producen fatiga: la madre debería bajar su ritmo de actividad.
- Si hay vómitos fuertes e intensos, la futura madre necesita tomar líquidos a menudo para reponer el agua y las sales perdidas.
¿Es peligroso?
- Para la mayoría de las embarazadas las náuseas y vómitos no pasan de ser una desagradable molestia.
- Pero algunas mujeres (pocas) tienen vómitos severos a menudo; en ese caso, puede producirse deshidratación y carencias nutricionales.
- Si no es posible corregirlas con un tratamiento, se ingresa a la mujer hasta su recuperación.
Cambios en la mujer, mes a mes
Embarazo: Primer trimestre
Es una etapa fundamental en la que se forman los órganos vitales del bebé, aunque la tripa aún está poco abultada.Primer mes
-
Los primeros síntomas se confunden con el síndrome premenstrual:
cansancio, tirantez en el pecho, aumento de la secreción vaginal, manía a
determinados alimentos, mayor sensibilidad olfativa o un extraño sabor
metálico en la boca...
- El embarazo no suele descubrirse hasta que se produce la primera falta -unas dos semanas después de la fecundación-, aunque algunas mujeres que ya han sido madres pueden intuir antes la presencia del futuro bebé.
- A partir del sexto día de retraso de la regla se puede realizar un test de embarazo. Si el resultado da positivo, conviene acudir cuanto antes a la consulta del ginecólogo para confirmar que todo está bien.
Segundo mes
Las alteraciones de ánimo son frecuentes por la revolución hormonal que se está produciendo en la mujer.- El pecho ha crecido y duele un poco. En la areola se distinguen unos nódulos pequeños, llamados tubérculos de Montgomery.
- Es probable que aparezcan náuseas y mareos, y que aumente la producción de saliva y la necesidad de orinar.
- Muchas mujeres se sienten cansadas y necesitan dormir más de lo habitual. Es una defensa del organismo, que se prepara para el sobreesfuerzo que le espera en los próximos meses.
- Algunas embarazadas sienten un gran apetito, otras son incapaces de probar bocado y hasta pierden peso. Estas sensaciones remitirán a medida que el cuerpo se adapte a la gestación.
Tercer mes
El abdomen empieza a abultarse ligeramente. Llega el momento de dar un repaso al armario para seleccionar la ropa más cómoda.- Conviene comprar sujetadores más grandes y empezar a echar un vistazo a las tiendas premamá y dar rienda suelta a la ilusión. Las prendas ajustadas no son aconsejables porque pueden dificultar la circulación sanguínea.
- Disminuye la producción de la hormona gonadotropina coriónica, causante de las desagradables náuseas y los cambios en el apetito.
- Las encías pueden inflamarse y sangrar con facilidad debido a los cambios hormonales. Es aconsejable hacerse una revisión odontológica.
- Al final de este mes se han formado los órganos vitales del futuro bebé, que deja de llamarse embrión para recibir el nombre de feto. La madre puede estar tranquila. Ha pasado el periodo de mayor riesgo de malformaciones congénitas.
Embarazo: Segundo trimestre
Las molestias iniciales han desaparecido, se puede lucir la tripa y sentir las pataditas del bebé. Es la etapa más gratificante.Cuarto mes
Las náuseas, los vómitos y el cansancio característico de los primeros meses suelen remitir después de la semana 12. La mujer se siente más vital. La cintura ha desaparecido y las caderas han empezado a redondearse, pero la incipiente tripa aún no resulta molesta.- Los pezones aumentan de tamaño y se vuelven más oscuros.
- En el centro del abdomen suele aparecer una línea vertical de -tono negruzco que se desvanecerá después del parto.
- Los cambios hormonales pueden oscurecer también las zonas sensibles de la piel (pecas, lunares). Conviene evitar exponerse al sol o, si se hace, usar cremas con alto factor de protección.
- La presión que ejerce el útero en el estómago puede empezar a entorpecer las digestiones y causar estreñimiento. Es importante comentarlo con el tocólogo y seguir sus recomendaciones.
Quinto mes
- En la mitad del embarazo la respiración se hace más profunda y el ritmo cardiaco se acelera.
- La tripa empieza a resultar evidente y hay que vestirse con prendas premamá.
- Mayor retención de líquidos. Algunas mujeres notan una ligera hinchazón en brazos y tobillos.
- El vello puede hacerse más abundante.
- Mayor riesgo de gases por el estreñimiento.
- Aumentos repentinos de temperatura con exceso de sudoración. Pueden combatirse tomando duchas frecuentes y vistiendo prendas de algodón.
Sexto mes
El volumen de la tripa se acentúa notablemente. El útero sigue creciendo y se extiende por encima del ombligo. La futura mamá ya no puede disimular su estado.- La piel de la barriga se estira y pueden aparecer picores. Se alivian aplicando crema hidratante, que también previene las estrías.
- El ombligo puede sobresalir y quedar así hasta el parto. Luego volverá a normalizarse.
- El niño crece deprisa y cambia de posición con frecuencia. La futura mamá siente sus movimientos.
- El útero ya no cabe en la pelvis. Al extenderse, desplaza los intestinos y presiona ligeramente el hígado y el diafragma. Eso puede dar lugar a una sensación pasajera de ahogo.
- La vejiga también está más más oprimida. Vuelven las ganas de hacer pis más a menudo.
- Los pezones pueden estar más sensibles, ya que se empieza a producir prolactina, la hormona que prepara los senos para la lactancia y estimula la producción de leche materna.
Embarazo: Tercer trimestre
El niño continúa creciendo y la tripa es cada vez más voluminosa. En las últimas semanas, el cuerpo de la madre se prepara para el momento del parto. La preparación a la maternidad ayuda a afrontar mejor la llegada del bebé.Séptimo mes
Es el momento de empezar a preparar la canastilla por si el parto se adelanta y porque, a medida que avance la gestación, la madre se sentirá más cansada. Las relaciones sexuales pueden mantenerse mientras no haya contracciones y el ginecólogo no las desaconseje.- El útero se extiende por encima del ombligo y la barriga empieza a resultar prominente.
- Pueden aparezcan molestias en la espalda.
- La mujer puede sentir dificultades para respirar. El corazón ha de latir más deprisa para bombear la sangre hacia la placenta. Es normal sentir cansancio a veces.
- Los cambios de humor, los miedos y la ansiedad suelen acentuarse. El parto está cerca y la preocupación por lo que va a pasar se refleja en los sueños.
Octavo mes
- Las molestias típicas de los últimos meses (dolor de espalda, acidez, estreñimiento...) se hacen más acusadas por el sobreesfuerzo. Es posible que la mujer haya engordado alrededor de 11 kilos.
- Hacia la semana 36, el feto suele colocarse en la posición definitiva para el nacimiento: con la cabeza hacia abajo. Cuando ocurre, la embarazada puede sentir contracciones aisladas o dolores difusos en la parte baja del abdomen.
- Pueden aparecer hemorroides provocadas por el estreñimiento y por la presión que ejerce la cabecita del bebé en la pelvis.
- El niño puede nacer en cualquier momento, así que conviene aumentar el reposo y consultar con el ginecólogo antes de emprender un viaje. Algunos ginecólogos aconsejan tomarse ya la baja laboral.
Noveno mes
El embarazo entra en su recta final y los días parecen eternos. ¡Queda tan poco para conocer al bebé...!- Si el niño que viene en camino es el primer hijo, su cabeza desciende y se encaja en la pelvis preparándose para el nacimiento; si la mujer no es primeriza, este descenso podría producirse al inicio de las contracciones.
- La tripa baja y disminuye la tensión sobre el tórax y el estómago. La mujer quizás necesite orinar más a menudo, por la presión que ejerce la cabeza del pequeño sobre la vejiga.
- Algunas mujeres sienten una necesidad imperiosa de limpiar y ordenar. Es el llamado síndrome del nido: un supuesto instinto ancestral que mueve a las madres a dejarlo todo preparado para la llegada del bebé.
- La fecha prevista del nacimiento es orientativa: puede tener lugar 15 días antes o después. Si en la semana 42 el niño no ha nacido, es muy probable que se decida provocar el parto.
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