Ya hemos visto si las clases de preparación al parto
son útiles o no para las mamás, y llegamos a la conclusión de que eran
muy útiles para las mamás primerizas con miedo e inseguridades.
Pues bien, hoy vamos a conocer qué es lo que nos enseñan en estas clases de preparación al parto que se dan, normalmente, entre el sexto y el séptimo mes de embarazo.
En las clases de preparación al parto lo
primero que nos enseñarán es a relajarnos mediante una técnica de
respiración, lo que nos viene bastante bien, pero no solo para el
momento del parto, sino durante todo el embarazo.
También aprenderemos a manejar el dolor, ejercicios para que podamos
evitar la aparición de algunos problemas circulatorios en las piernas,
posturas para estar más cómodas cuando ya tenemos el embarazo bastante
avanzado, ejercicios para el suelo pélvico y ejercicios específicos para
el momento del parto. Además de esto, nos enseñarán algunas nociones
sobre el parto vaginal y el parto por cesárea, ya que tendremos alguno
de los dos.
Así que nada, como veis las clases de
preparación al parto son bastante útiles si sois primerizas, así que
animaos a asistir a alguna.
Emociones en el embarazo durante el tercer trimestre
Las emociones durante el embarazo
se acentúan y, además, cambian con mayor rapidez que en otro estado. Ya
hemos visto las emociones generales que suelen tener todas las
embarazadas, al igual que también hemos podido ver qué sentiremos
durante el primer y el segundo trimestre de embarazo.
Así que, siguiendo con el tema que estamos tratando, hoy vamos a ver las emociones generales en el tercer trimestre de embarazo, el último y, quizá, más difícil y complicado.
Ya hemos visto que en el segundo
trimestre nos invade la felicidad y las preocupaciones desaparecen, todo
lo contrario que el tercero. En este trimestre tendremos miedo,
inseguridad y la autoestima baja, ya que se acerca el momento del parto y no sabemos como marchará.
Como os he dicho, la autoestima de las
embarazadas en el tercer trimestre está por los suelos ya que no se
sienten atractivas, por lo que es muy importante que los demás colaboren
y les comenten que están fantásticas (lo cual es totalmente cierto).
Y hasta aquí os puedo contar,
generalmente. Cada persona es un mundo y, por lo tanto, cada embarazada
también lo es y las emociones pueden variar un poco, pero lo que os he
contado en estos días es la regla general.
Respiración en el parto (I)
En el momento en el que nos ponemos de parto
es imprescindible mantener la calma, y es que si nos ponemos nerviosa,
este momento puede ser más complicado de lo que debería. Pues bien, para
poder controlar el dolor, una de las claves es la respiración.
Es cierto que la respiración se trabaja en las clases de preparación al parto,
pero no está de más que hoy recordemos un poco más la respiración en el
parto, algo necesario tanto para nosotras como para nuestros bebés.
Los especialistas, en todo momento, os
indicarán cómo debéis ir respirando, pero es mejor llevar la lección
aprendida de casa, ¿No creéis? Esto hará que todo sea más sencillo.
A medida que vayamos dilatando, las
contracciones serán más frecuentes. La dilatación es bastante dolorosa,
así que lo mejor es conservar la calma y respirar de una forma muy profunda, llenando los pulmones y luego soltando el aire lentamente.
En el momento en que venga una
contracción lo mejor es inspirar profundamente por la nariz y espirar de
una forma más lenta por la boca. Es importante que el orden sea nariz –
boca, ya que es como evitaremos el dolor.
Os aconsejo que vayáis practicando esto para la siguiente entrada, en la que seguiremos viendo la respiración en el parto.
Respiración en el parto (II)
Ya vimos ayer algunos consejos sobre la respiración en el parto,
y es que, como ya os he dicho, aunque los médicos nos guíen en la
respiración, es mejor llevarlo aprendido de casa, ya que con los nervios
no nos enteramos de casi nada.
Pues bien, ayer lo dejamos en que debemos
tener una respiración profunda por la nariz cuando nos venga una
contracción, pero también podemos respirar de una forma rápida y
profunda, eso sí, debéis evitar la hiperventilación que no es nada buena
para el bebé.
Esto que os estoy diciendo se suele hacer en los partos en los que la mamá decide no ponerse epidural y tener un parto natural. Ya sabéis que la epidural duerme, prácticamente, la zona de las caderas y las piernas, cosa que muchas mamás no quieren.
Debido a la dilatación y a las
contracciones, son muchas veces las que queremos empujar antes de
tiempo, pero si jadeamos un poco se nos pasará esa sensación y
volveremos al estado anterior.
Por último, cuando comienza el parto, debemos llenar los pulmones antes de empujar
para que, cuando empujemos, expulsar el aire mientras vamos contrayendo
los músculos del abdomen y empujamos para que salga el pequeño.
Fuente chupetesybiberones.es








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