Además de los criterios que hemos mencionado en anteriores post de una forma generalizada, hay otros que son útiles porque conciernen a aspectos mucho más concretos y objetivos, si bien aparentemente son banales. No se puede uno imaginar que cualquier criterio sea aplicable, sin más, a habitaciones que reúnen condiciones frecuentemente diferentes y que presentan unas situaciones determinadas.
Cuando la estancia es irregular.
En el caso de un recinto muy irregular, se deberá atenuar la discontinuidad del mismo (por ejemplo, columnas en medio de las paredes, tabiques de separación interna, o cualquier otro tipo de irregularidad que se debe a la construcción).Se intentará conseguir una superficie uniforme.
Cuando tiene poca luz. Si la habitación tiene poca luz, se deberán cubrir las superficies con materiales de colores que absorban menos la luz, y que, por el contrario, la reflejen; que sean claros, luminosos, de alto rendimiento lumínico incluso en presencia de poca luz.
Colores neutros para la habitación infantil
Entre los materiales y los colores existen unas relaciones complejas ligadas así mismo a las características del mobiliario. En general, no se pueden separar de la elección de los objetos (muebles y complementos! a los que se aplican. Intentaremos destacar algunos de los criterios que permiten una buena orientación hacia las diferentes soluciones al problema.
Materiales y colores “neutros”. Un criterio para la decoración del cuarto infantil, al que podríamos llamar “neutro”, dispone y combina conjuntamente materiales uniformes y colores tenues para garantizar, de esa forma, una neutralidad en el ambiente, casi como un fondo que no invada demasiado las múltiples variaciones del espacio que introduce el niño, y que constituyen el paisaje de colores de sus juegos.
La elección de colores “neutros” permite poner de relieve a cualquiera de los elementos de esa composición libre, y subraya la importancia de defender la personalidad en la formación de los espacios excesivamentes caracterizados y de la invasión de los mensajes exteriores.
Colores naturales para la habitación infantil
Un criterio de decoración para la habitación del niño, al que podríamos calificar de “natural“, contempla todas las superficies, los muebles y las estanterías, antes que como puro color, como material. El acabado y el color no se distinguen uno del otro, sino que coinciden con la naturaleza del material que se haya utilizado.
Así, la madera se utilizará con sus propias características, sin ningún tratamiento que la cubra, ni siquiera barnices de color; o se usará el acero inoxidable, brillante o satinado, que conservará siempre su naturaleza de metal, diferenciada de los demás materiales presentes en el mobiliario. Y no hablemos de las alfombras, los tejidos y telas desgastadas, que conservan todas las características auténticas de un material que no ha sido sometido a tratamientos artificiales. Así, la lana, el algodón, el cáñamo o el lino se usarán en función de sus propias calidades expresivas, revelando, por consiguiente, el color, la trama y la textura típica de su composición natural.
Este criterio permite obtener un ambiente ligado a las sensaciones directas, espontáneas, donde el niño percibe conjuntamente superficies y colores como informaciones sensibles de las cosas. Así aprende a distinguir la madera del hierro y del tejido, y aumenta su capacidad selectiva y distintiva. Se elimina toda posible confusión entre materiales y sustancias diversas, que a menudo se cubren con un mismo color, y se enriquece el paisaje que observa el niño con unas presencias naturalmente variadas.
Colores compuestos para la habitación infantil
Un criterio de decoración de la habitación infantil, al que podríamos calificar de “compositivo“, tiende a elegir y componer los elementos principales, secundarios y accesorios de tal forma que se consiga un ambiente significativo, cargado de mensajes determinados y precisos, en los que la personalidad en formación se encuentra culturalmente situada y del que pueda recibir los “valores” del entorno cultural al que pertenece.
Son muchas las aplicaciones del criterio “compositivo”. En algunos casos se incluyen piezas de anticuario como elementos de la mayor importancia bajo el punto de vista de su significado cultural.
En otros casos, se escogen unos muebles principales y otros secundarios tales que se crea una fuerte caracterización ambiental, partiendo de la convicción de que la personalidad del hijo se refuerce al contacto con un contexto significativo y resistente.
Es un criterio que fija las relaciones entre materiales y colores; no solamente entre los muebles principales, sino también entre los elementos secundarios y los accesorios, considerándose todos ellos como elementos de diferente importancia, pero de tal naturaleza que resuelven en su conjunto la composición final, pues cada uno de ellos desempeña un papel bien preciso en el interior de ese ambiente determinado. Y la elección de los materiales y los colores viene a coincidir con la elección “compositiva” global. De hecho, es difícil distinguir dicho aspecto de otro tipo de elección más general, el cual tiene en cuenta, principalmente, la naturaleza y el tipo de piezas de todos los demás elementos que constituyen el cuadro “compositivo”.
La función de la habitación del niño
A cada miembro de la familia le corresponde un espacio individual dentro de la casa, bien definido y bastante constante, para las diversas horas del día. Dicho concepto del alojamiento está ligado a un principio en base al cual se distinguen, según sus funciones, las diversas partes de que se compone la vivienda, para un esquema bien preestablecido de utilización. En la “zona de noche” sólo se duerme; en el comedor se toman exclusivamente las comidas; en la sala de estar se recibe a los amigos; etc.
Aunque las diferentes estancias estén bien comunicadas, toda la “zona de día” está unida a la de “noche” por medio de una puerta que da al distribuidor.
La “zona de noche” está, a su vez, subdividida en varios espacios mejor cerrados y separados: la habitación de los padres, la habitación de la hija, la del hijo, el vestidor, el baño. En estos espacios, cada uno debe evitar interferir con los demás, aunque todos pertenezcan al mismo núcleo familiar. En este esquema de comportamiento, muy difundido, el espacio destinado a los hijos debería ser sólo la “habitación del niño“.
Luego es evidente que existe un modo de entender y de usar la casa en función del papel que cada uno desempeñe en la familia y de la especialización “técnica” de los espacios, cada uno con su función bien precisa y separada.
Catálogo infantil Ikea 2012
La marca especializada Ikea está preparando su nuevo catálogo para el 2012, aún no se conocen todas las novedades pero podemos adelantarles algunas que se presentan para los pequeños de la casa, estas se encontrarán en la sección de decoración infantil.
Manteniendo la línea funcional y sobre todo práctica característica de “Ikea“, se pueden ver nuevas terminaciones en colecciones que son básicas para el mobiliario infantil, así como nuevas piezas en cada una de ellas. Con las fotos que se añaden al catálogo se puede despertar la imaginación o encontrar aquel modelo que uno estaba pensando plasmado en la realidad, excelente complemento para pensar en la decoración del cuarto infantil.
Las gamas de colores son muchas, en blanco por ejemplo, para formar parte de otras composiciones o para se contrastado con maderas tanto claras como oscuras. Los complementos están llenos de color, las alfombras y peluches, le darán a la habitación la alegría características de las habitaciones infantiles. Visita la web oficial de Ikea y mantente al tanto de las novedades.
Fuente crecebebe.com




No hay comentarios:
Publicar un comentario