¿Verdadero o falso?
¡Como en las películas! Con frecuencia difiere bastante: también el sexo requiere cierto aprendizaje y mejora con el conocimiento de la pareja. La primera vez nunca pasa nada. No es cierto: la posibilidad de embarazo es real.
Si se está menstruando, con la higiene adecuada, no hay por qué evitar las relaciones. Las ETS dan síntomas extraños. No siempre es así: en muchas ocasiones no hay síntomas aparentes.
Cualquier persona puede ser portador de una ETS y transmitirla en una única relación sexual. El preservativo es un plomo. No tiene por qué interferir en la relación. Algunas parejas lo utilizan como un elemento más del juego amoroso. Con espermicidas es suficiente. Refuerzan la eficacia de otros anticonceptivos, como el preservativo, pero solos no son seguros.
Tampoco los lavados vaginales, el coitus inte-rrumptus ni algunos métodos naturales (Ogino o calendario). Otros métodos naturales más seguros tampoco son aconsejables a esta edad.
La pildora del día siguiente es un anticonceptivo. Sí, pero sólo para casos de emergencia (rotura de preservativo…). Debe ser prescrita por un médico -quien informará de sus efectos-, no es eficaz al ciento por ciento y debe tomarse en las primeras 72 horas.
Preservativo: el más aconsejable. Es el único método que previene las ETS, incluidos el sida y la hepatitis B,y su eficacia anticonceptiva es alta (un 97%), siempre que se utilice correctamente.
Preservativo femenino: su eficacia es un poco menor.
Pildora: puede usarse antes de los 18 años (bajo supervisión médica y si no hay contraindicaciones). De mayor eficacia (un 99,9% si no hay olvidos), sólo es aconsejable cuando la pareja es estable y el riesgo de ETS, bajo. Es recomendable no ser fumadora. DIU: podría aconsejarse en algunos casos: pareja estable, contraindicación de la pildora, olvidos frecuentes
Anticonceptivos en la Adolescencia
Todavía es un nene (o una nena)… Seguro que todavía no… Pero, ¿y si resulta que sí? ¿Me lo dirá? ¿Tomará precauciones?”…
La realidad se impone. Hoy en día, un porcentaje importante de adolescentes tiene algún contacto sexual. Pensar que “mi hijo seguro que todavía no” puede ocasionar problemas que podrían evitarse.
Si a medida que nuestro hijo se fue haciendo más grande hemos abordado la educación sexual cuando ha surgido, con naturalidad, será más fácil que ahora nos plantee sus dudas y temores. Si esperamos esa gran charla, “cuando de verdad la necesite”, puede ser que ese día nunca llegue, o llegue tarde.
Claro que siempre es buen momento para aclarar informaciones erróneas o distorsionadas que le hayan llegado a través de los amigos, la televisión o Internet, o para informarle sobre los métodos anticonceptivos antes de que inicie cualquier contacto sexual.
Esto no significa fomentar que empiece a tener relaciones antes (lo hará en su momento, con información o sin ella): el objetivo es dejarle bien claro los riesgos que implica no tomar precauciones: embarazo, contagio de enfermedades de transmisión sexual o ETS (hepatitis, virus papiloma, sida…) y hacerle ver que tiene la libertad de decir NO.
Tanto las chicas como los varones deben ser educados en la misma responsabilidad. En el caso de una chica, le vendrá bien acompañar a su mamá al ginecólogo para que se vaya familiarizando con este tipo de visitas. Más adelante, cuando realmente lo necesite, podemos sugerirle que concurra a una consulta programada (para recibir información sobre el método más adecuado en su caso) y acompañarla si nos lo pide.
La información médica y sobre anticoncepción es importante, pero también lo es señalarles la dimensión afectiva, el intercambio de amor que implica una relación sexual. Un clima de comprensión, afecto y relajación en sus primeros contactos sentará un buen precedente en sus futuras relaciones de pareja.
Fuente el-bebe.org
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