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domingo, 1 de mayo de 2011

Se sitúa en los 37 años la edad máxima para un embarazo sin riesgos


El director de la Unidad de Ginecología del Instituto Universitario Dexeus de Barcelona, el doctor Pedro Barri señaló recientemente que los 37 años es el límite de edad para tener un embarazo seguro y un nacimiento sin riesgos.

Un estudio realizado por el mencionado instituto a partir de la observación de 5.000 ciclos de fertilización in Vitro llegó a la conclusión de que “por encima de los 37 años, las cosas van peor, y el pronóstico en cuanto a tasa de éxito del embarazo se reduce de forma significativa”.

Es que con la edad y a esos límites, año tras año se reduce significativamente el número de folículos ováricos, lo que se traduce “en unos niveles de FSH significativamente más elevados y en un menor número de ovocitos recuperados, es decir, un peor rendimiento asociado a la edad”.

Y dado que además la “competencia cromosómica” de esos ovocitos decae, se dan mayores problemas para concebir, para sostener el embarazo y además enfermedades congénitas.

“La influencia que tiene la edad es de mucho peso en cuestiones que tienen que ver con la fertilidad, ya sea en la concepción natural, como mediante la FIV”, ha argumentado Barri en su conferencia, en la que ha pedido a sus colegas que se tenga cuidado con lo que se les traslada a las pacientes, ya que “muchas mujeres piensan que, aunque no tengan hijos a edades más apropiadas para la fertilidad porque estén trabajando, pueden tenerlo más tarde mediante la FIV, por ejemplo con 45 años”.

“Eso no es verdad y hay que hacerlo saber a las pacientes”, ha advertido este especialista, que ha asegurado que para su hospital “el punto de corte ha estado en 37 años, es decir, que por encima de esos 37 años las cosas van peor y el pronóstico en cuanto a tasa de éxito se reduce de forma significativa”.

“Otra variable que hay que explicarles a nuestros pacientes es que la tasa de muerte fetal ante parto no asociada a malformaciones aumenta de forma significativa a partir de 37 a 38 años, es decir, hay menos embarazos, hay más abortos y encima hay más riesgo de muerte fetal no asociada a malformaciones”, ha proseguido.


Poca fiabilidad de test hogareños de fertilidad


Un estudio reveló que algunos kits hogareños para anticipar el sexo del bebé, la fertilidad futura de la mujer o la viabilidad de los espermatozoides carecen de datos sólidos e independientes que confirmen su precisión.

Para ello se reunieron investigadores del Johns Hopkins Medical Institutions, en Baltimore – Estados Unidos –. Se dispusieron a analizar la eficacia diagnóstica de productos para varias aplicaciones, incluidos test de embarazo, pruebas genéticas y distintas mediciones para confirmar el período de ovulación.

Así, se determinó que mientras algunos son realmente efectivos a la hora de dar algunas respuestas, otras de estas pruebas hogareñas realmente no son de fiar.

De esta forma, mientras las pruebas caseras de embarazo son realmente efectivas y su respuesta es confiable, al igual que los test de fertilidad que miden las concentraciones hormonales para confirmar si una mujer está ovulando.

Pero otras pruebas, como para confirmar la ovulación, como los que analizan la saliva o las secreciones vaginales, no cuentan con estudios confiables e independientes sobre su precisión, por ejemplo.

Las mismas deficiencias aparecen en los productos para predecir el sexo del bebé.



Reglas irregulares Causas y soluciones


Una de las preocupaciones más frecuentes de las mujeres que están en plan de buscar un embarazo es la de las reglas irregulares. Por ello, veremos cómo solucionarlo y cuáles son las causas.

Los ciclos menstruales de la mujer pueden durar entre 24 y 35 días. Fuera de esos términos, estamos ante ciclos irregulares. Si tus ciclos duran menos de 24 días, sufres polimenorrea. Si, por el contrario, te viene la regla cada más de 35 días, padeces oligomenorrea. En cualquier caso, se hace más difícil conocer los días fértiles de la mujer.

Factores emocionales como el estrés, ansiedad, nerviosismo, preocupaciones, pueden ser causales eventuales de este tipo de situaciones, pero no cuando se dan en forma permanente.

Si durante varios meses o hasta años persiste la irregularidad menstrual, la causa puede estar en enfermedades como alteraciones hormonales, diabetes, enfermedades tiroideas, anemia y otras. Incluso, una mala alimentación puede afectar los ciclos menstruales.

Para saber cuándo estás ovulando, puedes prestar atención a otros factores. En primer lugar, deberás observar el aspecto del flujo vaginal. Si estás ovulando, éste será como clara de huevo, pegajoso y transparente. Además, sentirás algún tipo de dolor abdominal, que te indicará el trabajo que están haciendo tus ovarios. Por otra parte, cuando se produce la ovulación la temperatura basal aumenta en 0.5ºC.

Si tus ciclos son muy largos, es muy probable que tengas ciclos anovulatorios, es decir, ciclos en los que no ovulas. Si este es tu caso, deberás acudir al médico para recibir el tratamiento adecuado para lograrla.

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