
Estar embarazada puede ser una de las mejores noticias que podemos dar cuando el hijo es deseado, tienes una pareja estable y eres una mujer independiente.
Por el contrario, cuando todavía vives en casa de tus padres y para nada estabas buscando tener un hijo, sólo disfrutar del amor y de la vida, en vez de felicidad sientes una angustia incontrolable.
Cómo decirlo a tus padres, a tus familiares y hasta a tus amigos puede ser una aventura en sí misma.
Nadie mejor que tú conoce a tus padres pero ante momentos así nos pueden sorprender, tanto para bien como para mal. Así que antes de tomar una decisión como la de un aborto por miedo a lo que puedan pensar, háblalo con ellos, te apoyarán.
Lo primero es que encuentres las palabras y el momento adecuado para darles esta noticia, tómalo con calma y con serenidad.
Si te es más cómodo háblalo con tu madre primero o afronta la situación con ellos dos juntos, depende de cada caso.
También puedes ayudarte de que alguien que ya lo sepa y esté allí contigo afrontando la situación.
Entiende que probablemente para ellos sea una sorpresa, que en un principio reaccionen a lo mejor con un grito o una mala cara. No pasa nada, es normal, tú mantén la calma y deja que se expresen, necesitan desahogarse.
Cuando puedas retomas la conversación y explícales cómo te sientes.
Tú eres quién debe tomar la decisión de tener o no el bebé, es una vida que comienza en ti.
Hacre ejercicios durante el embarazo ayuda a una mejor salud

Cada vez más se pueden medir científicamente los efectos de hábitos saludables en el embarazo, así se pudo comprobar que realizar ejercicios en el embarazo repercute en una mejor salud cardíaca del bebé.
Un estudio de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, realizado el año pasado demostró que los hijos de madres que hicieron ejercicio aeróbico hasta las 36 semanas de gestación tenían menos posibilidades de tener obesidad en el futuro, pero además la actividad física regular logró modelar el corazón de los niños in útero, volviéndolo más fuerte y sano.
Entre los ejercicios recomendados se encuentran caminar, hacer yoga o levantar pesas livianas.
Así, el estudio indagó a partir de pruebas clínicas no invasivas sobre el corazón de los fetos, en dos grupos de madres: las que practicaban ejercicios y las que llevaban una vida activa, pero sin ejercicios.
En el primer grupo, se vio que los bebés tenían un ritmo cardíaco más lento, pero con mayor variabilidad (variaciones entre latidos), lo que es reconocido como un indicador de buena respuesta de entrenamiento y considerada una evidencia de que el corazón de una persona es más fuerte y más eficiente.
Los test se replicaron un mes después de nacidos los niños y los beneficios permanecían. “Básicamente, tanto el feto y (luego) el niño logran los mismos beneficios que reporta a su madre el entrenamiento, aunque ha-ya sido sólo ella la que hizo el ejercicio”, explicó Linda E. May, una de las responsables del estudio.
Aunque los expertos no midieron qué tipo de ejercicio era el que lograba mejores resultados, sí establecieron que a mayor actividad física semanal, mayor es el fortalecimiento del corazón del feto.
Tampoco saben qué mecanismo opera en este proceso, aunque creen que algunas hormonas que liberan las personas cuando hacen ejercicios cruzan la placenta, logrando potenciar la salud cardíaca del feto.
Claves para un buen descanso en el embarazo

El descanso es algo fundamental para el buen funcionamiento del ser humano pero es mucho más importante tener un buen sueño cuando estamos embarazadas, pues nuestros estados de ánimo afectan al bebé.
Hay muchos factores que intervienen en un mal descanso: necesidad frecuente de orinar, calambres, aumento del ritmo cardiaco, no estar acostumbradas a nuestro nuevo tamaño, etc.
Además de una cama y una almohada confortable con unos cojines que nos ayuden a estar más cómodas en la cama, podemos llevar a cabo distintas técnicas:
* Evita beber mucho líquido en las horas previas a la de ir a dormir.
* Consumir productos con cafeína o teína, no es de lo más recomendable para conciliar el sueño.
* Si nos gusta el ejercicio, lo mejor es que practiquemos por las mañanas y lo evitemos antes de ir a dormir.
* Las técnicas de relajación son muy adecuadas para aprender a estar tranquilas y relajadas, sobretodo podemos practicarlas cuando vamos a ir a dormir o en momentos de estrés.
* Algo ideal y que en un principio nos puede parecer complicado, es aprender a mantener nuestra cabeza libre de pensamientos.
* Si estás acostumbrada a quedarte haciendo alguna actividad en la cama cuando te despiertas, es mejor que te levantes y te vayas a otro sitio. En la cama sólo vamos a dormir.
* Si experimentara calambres en sus piernas, podría aliviar el dolor presionando sus pies firmemente contra la pared.
* Además podemos servirnos de los frutos de la tierra y prepararnos unas infusiones para conseguir relajarnos.
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