
No obstante, el primer llamado de atención que debes tener en cuenta para sospechar de un embarazo, es la falta de tu regla o menstruación, sobre todo si has tenido sexo sin la debida protección.
Los síntomas de embarazo, debes corroborarlos junto a un test de embarazo, ya sea casero, de los adquiridos en las farmacias o solicitándole a tu ginecólogo una orden para que te realicen el examen de sangre o de orina.
Ten en cuenta que muchos de los síntomas que enumeraremos debajo, son inespecíficos, relativos y que pueden presentarse sin la necesidad de un embarazo, muchos se asemejan a los experimentados en el período premenstrual, pero sin dudas te ayudarán, si estás con la duda o sospechas de que puedes estar embarazada.
Los síntomas de embarazo más comunes son:
-Pechos hinchados y dolorosos: este es uno de los compartidos con la sensación que puedes experimentar en el período que precede al ciclo menstrual. Sobre todo se manifiesta por una sensación de dolor o tensión, en la zona del pezón y se puede manifestar unas tres semanas después de la fecha de concepción.
-Pérdidas vaginales y manchas: pueden presentarse pequeñas manchas de sangre o de color marrón oscuro en forma de flujo, cuando el embrión se implanta en el útero.
-Cansancio y sueño
-Aureola del pezón más oscura y más grande: en los días en los cuales debería venir la regla, esta zona se oscurece o agranda.
-Náuseas y/o vómitos: sobre todo si estas son matinales pueden ser un indicio de embarazo.
-Orinar con mayor frecuencia: puede presentarse a partir de la segunda semana de embarazo, tanto de día como de noche.
-Estreñimiento y flatulencias: muchas mujeres lo experimentan desde el inicio mismo del embarazo y durante todo el mismo, como consecuencia del enlentecimiento de la motilidad intestinal.
-Dolores en la pelvis: similares a los que suelen aparecer cuando te está por venir el período menstrual.
-Mareos y/o desmayos: pueden ser producidos debido al descenso de la presión arterial que caracteriza a la embarazada.
-Apetencia o repulsión de ciertos alimentos: esto es debido a los cambios sensoriales por efecto de la hormona gonadotrofina coriónica humana, que pueda hacer que tengas “antojos” por ciertos alimentos y rechazo por otros.
Como verás, son variados los indicios que pueden hacerte sospechar de un embarazo, pero antes de darlo por hecho, recuerda confirmarlo con un test.
Foto: muchacha de galio en Flickr
Riesgos del embarazo adolescente

Un tema que siempre inquieta, y no sólo por lo anteriormente mencionado, sino también, porque existen riesgos en el embarazo adolescente.
Deserción o baja escolaridad, ser madre soltera, vivir en condiciones económicas paupérrimas, son algunas de las condiciones que generalmente se dan en este tipo de casos.
Pero los riesgos, no son sólo sociales, sino también de índole físico, ya que en muchas ocasiones, la joven que atraviesa por un embarazo no deseado, piensa en el aborto y en muchos países, el mismo no está legalizado, por lo que desgraciadamente pueden caer en manos de gente inescrupulosa que lo practica en la clandestinidad, con todos los peligros que esto implica, con alto riesgo de muerte para la adolescente.
Claro que también, están aquellas, que a pesar de todo, deciden seguir con su embarazo, porque encuentran una contención familiar o por parte de su pareja. Esta sería la situación ideal, pero que desafortunadamente, no siempre ocurre.
Los riesgos de morbimortalidad en la adolescente embarazada son elevados, ellas presentan mayores complicaciones en el embarazo, comparado con una mujer en edad adulta.
Problemas como placenta previa, anemia, hipertensión inducida por el embarazo, parto prematuro, son más frecuentes de ser padecidos por niñas embarazadas.
En cuanto al bebé, éste tendrá mayor riesgo de tener un bajo peso al nacer, de sufrir de retardo de crecimiento intrauterino y otros problemas en su desarrollo.
Los controles prenatales en la etapa más precoz del embarazo, son fundamentales, así como también un seguimiento exhaustivo del mismo, son esenciales para disminuir estos riesgos y que el embarazo llegue a buen término tanto por el bien de la mamá, y la del bebé.
El embarazo adolescente, es un fenómeno que crece año a año, a pesar de los programas de educación sexual y a la relación más abierta entre padres e hijos.
Será que aún queda mucho camino por recorrer en cuanto a educación sexual, tanto en la escuela, como en la casa.
Por ello es bueno el diálogo con nuestro hijo adolescente, sea mujer o varón, para poderlos educar en el camino correcto y poder brindarle toda la información necesaria para prevenir un embarazo no deseado.
Por lo menos quedarnos tranquilos de nuestro lado, en que hemos hecho todo lo necesario y brindado todas las herramientas, para que nuestro hijo, tenga la plena libertad y seguridad para elegir lo mejor para su sexualidad, y en definitiva para su vida.
Foto: jovencita de e³°°° en Flickr
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