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sábado, 18 de septiembre de 2010

¿que hacer?si mi hijo se masturba

Explorar las posibilidades del cuerpo es un paso obligado hacia la madurez sexual

Un día te das cuenta de que tu hijo tarda más de la habitual en tomar su ducha. Que no sale mucho de su habitación. Quizá hayas advertido que hay unas manchas sospechosas en sus sábanas, o que debajo de la cama guarda películas de temática un tanto más liberal que de costumbre. El historial del ordenador está borrado, y si no, lo encuentras inundado de infinidad de páginas web que a un censor de los de antaño le encantaría cerrar. Sí, tu hijo se masturba.

Las hormonas son así, y contra eso no se puede luchar. Si te preguntas qué debes hacer al respecto, la respuesta es nada. Dependiendo de la relación de complicidad que mantengas con tu hijo, podrás propiciar una charla alrededor de la masturbación y sus significados. Aun a riesgo de incomodar a un adolescente cuya intimidad (entre ellas la sexual) es sagrada. Hablar sobre el sexo de manera natural debería ser lo mejor, pero cada persona tiene una concepción distinta de dónde establecer los límites, así que debes mostrarte sensible con lo que crees que tu hijo necesita. Si lo que pasa es que no tienes ni idea de cómo actuar, nuestro consejo sigue siendo el mismo: no tienes por qué hacerlo, tu hijo no está rompiendo ninguna regla, ni tampoco haciendo nada que no hayas hecho tú antes ¿no?

Es posible que a algunos padres les cueste creer que sus retoños tienen impulsos sexuales, pese a que éstos no se generan de repente en la adolescencia, sino que están presentes (de diferente manera, eso sí) desde que somos muy pequeños. Lo que sí es cierto es que la masturbación (pre)adolescente es un signo de que se alcanza una madurez sexual, de que los instintos infantiles se dejan atrás. El hecho de descubrir la propia sexualidad es un paso obligado antes de empezar a explorar la relaciones compartidas, además de ser indicativo de una personalidad sana. Si tu hijo es capaz de aceptar su propio cuerpo y de encontrar placer en sí mismo, estará preparado para compartir esa experiencia con otra persona, cuando le llegue el momento.

La exploración de la propia sexualidad no puede ser sino benficiosa para tu hija

La época en la que tocarse era pecado y sinónimo de condena eterna, ya ha pasado. Si todavía te queda algún prejuicio al respecto no hace falta que se lo transmitas a tu hijo, no le va a ayudar en nada. Solo le causará más confusión en una etapa de su vida en la que inicia una búsqueda continua de sí mismo. Inclusive en el ámbito sexual, por supuesto.

Por cierto, aviso a navegantes: no hemos estado empleando el género masculino con la idea de excluir al femenino, sino que utilizamos el morfema de género en pro de la economía lingüística. Lo cual significa que vuestras hijas también se masturban, aunque a nadie se le ocurra preocuparse por ello.


El aborto en la adolescencia y sus consecuencias

Un tema siempre difícil de tratar es el del aborto y más cuando hablamos de él, en el contexto de la adolescencia.

El aborto en la adolescencia, es un problema serio y se da con una mayor frecuencia de la que creemos. Es particularmente preocupante el hecho de que en muchos países no esté legalizado, por lo cual existen centros clandestinos y personas con poco formación, que los realizan de manera “casera” o sin los debidos controles sanitarios, ocasionando año tras año, miles de muertes de jovencitas que acuden a estos lugares, en busca de una ayuda para “quitarse de encima el problema en el cual se metieron”.

Dentro de los riesgos físicos que corre una adolescente por someterse a un aborto, se encuentran: perforación del útero con algún instrumento médico que puede derivar en una histerectomía con la consecuencia de nunca más poder tener hijos, el riesgo de la anestesia, pudiendo provocar paros cardiorrespiratorios y la muerte, tejido retenido el cual provoca serias infecciones, síndrome post aborto con la formación de coágulos de sangre en el útero, mayor predisposición a los embarazos ectópicos lo que puede ocasionar ruptura de las trompas de Falopio, infertilidad, hemorragias y hasta la muerte, entre otros.

Además de todas estas consecuencias físicas, existen las del tipo emocional, incluso más graves que las anteriores, ya que la gran mayoría de las jovencitas que han pasado por esta situación, nunca logran sobreponerse de esta experiencia y sufren severos cuadro de depresión, sentimientos de culpa y un vacío interior, muy difícil de sobrellevar.

Este artículo, no tiene la finalidad de ser una propaganda anti-aborto, pero sí una forma de que los jóvenes tomen conciencia de que el aborto, no es la mejor solución a su problema, por todas las consecuencias antes mencionadas, y que es mucho más fácil prevenir, antes de tener que tomar esta decisión que puede cambiar drásticamente tu vida.

Creo que lo fundamental en este sentido es la información y la educación sexual, para que no se tenga que llegar a estos extremos. Que los adolescentes conozcan todos los métodos anticonceptivos, o al menos los básicos, y brindarles a aquellos jóvenes acceso a ellos en forma gratuita, si es que no los pueden adquirir, es un gran paso para prevenir los embarazos no deseados y en definitiva reducir en gran medida el número de abortos en la adolescencia.


¿Qué opinas al respecto?, ¿cómo crees que se podrían reducir los abortos ?

Foto: embrión de euthman en Flickr


fuente educasexo.com

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