Muchos consideran que las discusiones constantes son parte esencial de la comunicación de la pareja. Sin embargo, esto no es una verdad absoluta ya que el ponerse de acuerdo es realmente importante para poder seguir dando pasos de a dos. La comprensión para con el otro y la posibilidad de escuchar también son factores importantes.
A pesar de que algunas personas consideren que la maduración de una pareja es directamente proporcional a la edad de cada uno, las circunstancias que se viven en conjunto y el poder de elección consciente es lo que hace que se determine si uno se encuentra preparado o no para dar curso a una empresa tan grande como esta.
No importa si se es joven o no. Lo importante es haber logrado una maduración suficiente para tomar conciencia que de uno va a depender el buen desarrollo de una persona, de un ser individual. Y esa maduración se cristaliza en el estado de la pareja al tomar una determinación semejante.
Y en este punto, estar seguros de que la persona que acompaña es realmente amada, es tan importante como el hecho de sentirse amado en sí. Por eso, hay que entender que un hijo hace que el otro esté dentro de nuestras vidas para siempre, sin importar que la relación prospere o no con el paso del tiempo.
Ser padres implica, además, poder contar con una estabilidad económica importante, aparte de la emocional. Los más chicos necesitarán ropa, juguetes, educación y acceso a la salud, por lo cual tener un hijo cuando alguna de estas condiciones no se dan sería realmente un desacierto: el niño sufrirá las consecuencias y los padres, también.
Alguien dependerá de nosotros para siempre y debemos aprender a que el papel del otro también es fundamental para hacer bien ese trabajo. Dar un paso como este es una de las decisiones más importantes de una persona. Por eso, estar seguros de la persona que os acompañará en este proceso, es la forma más simple de comenzar a transitar este camino con el pie derecho.
Foto: Saverio – www.arteyfotografia.com.ar
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