¿Es difícil ser madre?

Lo normal es que la respuesta a esta pregunta fuera un contundente sí, ya que, afortunadamente, vivimos en un país desarrollado, con acceso garantizado a la escolarización, tasas mínimas de mortalidad infantil, leyes de protección a la maternidad…sin embargo, a pesar de todo esto, seguimos en la lista de los países con los índices de natalidad más bajos del mundo. ¿Por qué?

Según la encuesta “¿Es difícil ser madre?”, publicada por la revista “Crecer Feliz”, la causa principal por la que las mujeres no nos decidimos a tener hijos, es nuestra falta de tiempo o de dinero. Las dificultades para compaginar trabajo y maternidad no desaparecen.

El 92% de las personas encuestadas se quejan de que les parece muy poco el permiso maternal de cuatro meses y, aunque les gustaría dejar de trabajar durante un tiempo, el 26% de las mujeres no se lo pueden permitir, por lo que tienen que recurrir a la reducción de jornada o la excedencia.

Cuando ninguna de estas fórmulas funcionan, o simplemente se terminan, no queda más remedio que pedir ayuda. En el 60% de los casos, el padre es el que cuida del bebé si la madre no está en casa, aunque el truco de dejar al niño con los abuelos sigue siendo una de las opciones más utilizadas por el 56% de las familias.

Cómo ya se ha dicho, el dinero es la otra gran causa por la que las mujeres no se deciden a tener hijos. Según la encuesta de “Crecer Feliz”, para el 66% de las mujeres supondría un gran esfuerzo económico ser madres. Aunque, una vez tomada la decisión, el objetivo del 72% de las familias es tener, al menos, dos hijos, mientras que hace once años, casi la mitad de los españoles se conformaban con sólo un retoño.

“Mamá, de mayor quiero ser como tú”

Ya lo dice el refrán: “de tal palo, tal astilla”. Por eso, cada vez son más las hijas de famosas que han decidido seguir los pasos de su madre en el terreno profesional. Un camino que no ha resultado fácil para todas, ya que, mientras unas han podido presumir de empezar desde bien arriba gracias a los “contactos” de su madre, otras han tenido que demostrar doblemente que valen por ellas mismas, y hacer que la gente confíe en que “segundas partes” también pueden ser buenas.

Emprenden sus propias carreras en solitario y muchas de ellas triunfan incluso más que sus propias madres, pero nunca consiguen quitarse la etiqueta de "hija de". Ésta es la historia de todas esas famosas que un buen día decidieron seguir los pasos de sus progenitoras, pero que no siempre consiguen ser reconocidas en su profesión aunque demuestren con creces su valía.

A pesar de ello, son muchas las que siguen empeñadas en seguir el camino que tomaron que sus madres. Como por ejemplo Rumer Willis, hija de Demi Moore y Bruce Willis, que ya ha hecho sus pinitos en el mundo del cine, o Kate Hudson, que ya puede presumir de tener toda una carrera consolidada como actriz, al igual que su madre, Goldie Hawn.

Pero no todas siguen los pasos de sus mamás, otras simplemente se alían con ellas para lanzar sus propias ideas. Éste es el caso de Lourdes María y su madre Madonna, que acaban de convertirse en socias al crear su propia firma de moda, mediante la cual lanzarán una colección juvenil la próxima temporada que estará a la venta en unos conocidos grandes almacenes norteamericanos.

En nuestro país, también hay casos de hijas de famosas que han seguido la estela de su madres. Elena Furiase y Marina San José, hijas de Lolita y Ana Belén respectivamente, son dos buenos ejemplos de ello, y ambas han conseguido triunfar en televisión sin la ayuda de su apellido, aunque no consigan quitarse ese gran parecido que tienen con sus familias. Y es que, ya que hacemos uso del refranero español, no podemos olvidarnos de aquel tan sabio que dice "quien a su madre parece, buena honra merece".

Fuente www.hoymujer.com